El libro digital ha ido calando en la sociedad contemporánea, convive desde hace años con el libro analógico, con su papel, tinta, encuadernación, ácaros y ese olor que lo distingue de los libros digitales. Cuando empezó el auge de las nuevas tecnologías de producción editorial, resurgió el valor del libro bien editado, los libros para niños ya no sólo necesitaban bellas ilustraciones y textos maravillosos. Se recuperó un tipo de libros que tuvieron una edad de oro en Europa del siglo XIX, sobre todo en Alemania y Gran Bretaña. Los libros para niños popularmente denominados “Pop-Up”, en España se les llamó Libros mecánicos o animados y en Francia Livres Animés o Livres a tirettes. Estos libros invadieron el mundo infantil en una época que no había ni cine ni Tv, libros casi como juguetes entretuvieron a generaciones de niños y ahora son buscados por los coleccionistas de libros raros.
En el siglo XIX Lothar Meggendorfer fue uno de los diseñadores innovadores, este artista creó una colección de libros infantiles con infinidad de mecanismos que hicieron las delicias de los niños de todo el mundo, otros imitaron sus modelos en Europa y el diseño de estos libros pasó a Estados Unidos, allí la editorial americana Blue Ribbon les denominó libros “Pop-Up”. Los libros infantiles de tipo “Pop-Up” aparecen y desaparecen del mercado según los vaivenes de la industria editorial. Cuando en estos últimos años, el libro digital amenaza al libro analógico, los libros “Pop-Up” han vuelto a resurgir con nuevos diseños, nuevas temáticas y dirigidos a un público mucho más extenso, desde los niños curiosos o adultos con alma de niño.
La Biblioteca nacional de España (BNE) muestra una exposición sobre el origen de este tipo de libros, un repaso a más de 700 años de historia del género “Pop-Up”. Una exposición con más de cincuenta piezas, la mayoría propiedad de la BNE, libros para adultos, libros de estudio, que abarcan ejemplares que van del siglo XV al siglo XX. En la exposición se pueden ver libros manuscritos, con discos giratorios o “volvelles”, sistema de rueda que al girar puede servir para cálculos o adivinaciones. Destaca por su antigüedad el ”
Kalendarium» de Johammes Regiomontanus, del año 1482, el primer libro impreso que utiliza esta técnica. Anteriormente el monje benedictino
Mattew París en 1240 y el filósofo mallorquín
Ramón Llull en 1305, fueron precursores en la utilización de las «volvelles» en sus libros manuscritos. Unos elementos mecánicos que fueron colocados manualmente en los libros, grabados, manipulados uno a uno, igual que hoy en día, los libros Pop-Up se ensamblan y manipulan en países asiáticos, donde cientos de personas trabajan como hace siglos, para conseguir la magia de la sorpresa y la tridimensionalidad.

En esta exposición podrán ver otros libros “
PopUp”, de arquitectura, de jardinería o de anatomía que utilizan el sistema de ruedas o “volvelles” y otro sistema mecánico como son las solapas. Capas dibujadas que a medida que se levantan muestran el interior del cuerpo humano o el antes y después de un paisaje o cualquier elemento que se quiera mostrar y ocultar.
evelio@tipotapa.es
_
En la página Pop-Up manipulación del papel, podrán encontrar una colección de fascículos dedicados al papel y su manipulación, doblar, plegar, cortar…un repaso a la historia y manipulación del papel, una aproximación a las máquinas que se utilizan para su manipulación. Un homenaje a los diseñadores que con sus trabajos gráficos y de transformación han conseguido crear infinitas formas tridimensionales del soporte bidimensional del papel, también es un trabajo sobre el libro Pop-Up, el papercraft y otros productos cuyo soporte es el papel…
evelio@tipotapa.es
Relacionado
Be the first to comment on "Antes del libro PopUp"